El cuerpo le fue otorgado la facultad de curarse solo. Solo debemos darle las condiciones necesarias para activar los procesos curativos.

Si eres de esas personas que les gusta las mascotas, ellos son un claro ejemplo en este proceso. Cuando están enfermas dejan de comer; el amo, el dueño entra en pánico, susto, miedo y piensan que si no comen se van a enfermar más. Pero las mascotas obedecen a su instinto animal y no al razonamiento de los seres humanos.

Si no eres de esas personas de mascotas, solo echa un vistazo al mundo natural, allí donde habitan los animales. Nadie cura sus heridas que se ocasionan cuando luchan por su territorio o por su hembra. Nadie llega con medicinas para curar su cuerpo de alguna enfermedad. A no ser que el animal esté en cautiverio, sin embargo, los animales en cautiverio no tienen el proceso natural de curación, para ellos están los veterinarios que suplen todo tipo de medicinas, por eso la vida de estos animales es mucho más corta que en su habitat natural.

Volviendo al tema de los animales del bosque, en su proceso de curación, se retira de la manada, deja de comer por el tiempo que se a necesario y comienza el proceso de sanar el cuerpo.

En este proceso ocurren dos situaciones muy importantes, se aíslan y dejan de comer.

Otros de los casos muy valiosos para entender este fenómeno, están muy cerca de nosotros, son los niños. Cuando se enferman dejan de comer. Aunque la mamá los obligue a comer o los fastidie con la sopa o la crema, su cuerpo está en proceso curativo y se necesita que este libre de alimentos para comenzar a utilizar los recursos internos para curarse.

El cuerpo le fue otorgado la facultad de curarse solo.  La naturaleza no dejó nada al azar o mejor, detrás de ese complejo organismo del ser humano, hay una inteligencia infinita que puso todo en su lugar. El proceso curativo está está dentro de nosotros, está en el interior de nuestro organismo.

Hemos entendido y argumentado hasta aquí, que el ayuno es el medio natural de salud más antiguo del mundo. Que en algunas civilizaciones incluyendo la nuestra, se haya tomado solo de manera espiritual, pero la ciencia nos ha demostrado que es un regulador del metabolismo del organismo animal y del ser humano. Ya hemos aprendido que los animales dejan de comer por días y lo hacen instintivamente en armonía por las leyes de la vida. Los animales cuando tienen problemas de salud dejan de comer.

Hemos aprendido que el ayuno, el dejar de comer por un periodo determinado, no cura, sino que es un método de descanso del cuerpo para eliminar deshechos, desintoxica el organismo a la vez que lo regenera, revitaliza y lo restablece. Para curar, hay que disolver, remover, limpiar, organizar y luego el cuerpo construye sus propias células; células nuevas, regeneradas, recupera células necrosadas. Los anticuerpos, los fagocitos que circulan por la sangre, son los que mantienen el organismo libre de patógenos, pero cuando le quitamos la carrera a estos microorganismos le damos via libre a los patógenos para que actúen y degeneran las células y los tejidos del cuerpo, enfermándolos.

Cuando se deja de comer, toda la energía se canaliza hacia la curación, hacia la eliminación de sustancias dañinas. El cerebro y el cuerpo minimizan el gasto energético y lo encauzan hacia adentro para la limpieza y renovación del organismo.

El Dr. Entralgo nos dice que “Cuando el niño está enfermo deja de comer, si el niño tiene fiebre, el mecanismo es quitar las ganas de comer.”

Cuando alguien está enfermo, solo necesita caldito y quietud decían las abuelas. La regla es “eliminar más que ingerir”. “Lo que alimentas es lo que digiere, no lo que ingieres”

De otra parte, es crucial para limpiar el intestino delgado y quitar la suciedad acumulada durante años, ayudarle a las células a recuperar su vitalidad, su energía, su entorno, limpiar el agua de donde obtienen su alimento, es crucial para darle las condiciones de curarse a si mismo. De la misma forma que nos aseamos por fuera debemos asearnos por dentro. “Como es afuera es adentro, como es adentro es afuera”

Para limpiar el intestino se usa las lavativas o enemas lo que la ciencia médica llama irrigación rectal. La medicina lo utiliza cuando ya le paciente llega pasado a la UCI, cuando ya ha agotado todos los tratamientos. Este es uno de los métodos más efectivos para desintoxicar a las personas con cáncer. La terapia Gerson lo usa con mucha efectividad, el Dr Max Gerson fue el primero quien lo comenzó a emplear en las terapias. Cuando el cáncer aparece el cuerpo ya perdió la capacidad de desintoxicarse. Cuando el hígado saturado, el médico diagnostica como hígado graso. Las células del cuerpo han perdido oxígeno, cuando está bajo de oxigeno hay mucha acidez, esto crea las condiciones para que el cáncer se desarrolle. Esto lo ratificó el Dr. Otto Barbour premio nobel de medicina 1931. Quien demostró que reduciendo hasta el 35% de oxígeno podía crear células cancerosas.

Las lavativas o enemas son muy poderosas para comenzar a limpiar el intestino. Para lavar el intestino, se usa agua con un soluto (café, hierbas aromáticas, dióxido de cloro). El agua por si sola lava la suciedad acumulada, pero con la adición de solutos, se logra obtener cuatro procesos en uno solo.

1. Lavar la suciedad acumulada
2. Activar enzimas poderosas para ayudar a desintoxicar el organismo
3. Matar microbios y bacterias dañinas en el intestino.
4. Oxidar ciertos metales pesados.

Solo con esto, se logra deshacer cualquier enfermedad.

Los dos métodos anteriores son infaliblemente poderosos. Pero si se usan los tres, serán una bomba atómica de salud, energía, vitalidad.

El tercer método, es complementario a los dos métodos anteriores. Igual o más poderoso que los mencionados.

Partimos de que es muy importante y decisivo desinfectar la sangre. La sangre es el fluido por donde circulan nutrientes, vitaminas hidrosolubles, minerales, alcohol, proteínas, grasas, hidratos de carbono, enzimas, hormonas, oxigeno, pero también circulan patógenos, virus, bacterias buenas o malas.

Todos o casi todos los seres humanos poseemos una sangre contaminada, debido al estilo de vida que venimos arrastrando por la vida. La industria alimenticia es la causante de tanto desastre celular.

Desinfectando la sangre, es la mejor forma de garantizar una salud perfecta, es despejar el camino a los nutrientes y aportar oxígeno. El oxígeno es el principio de vida.

Cuando la sangre está desinfectada y limpia los órganos vitales funcionan mucho mejor y el mismo cuerpo comienza un proceso curativo. Aprenda las técnicas para desinfectar la sangre y vivir una vida libre de enfermedades.